Filosofía de inversión

Política de inversión

La Sociedad podrá invertir, de manera directa o indirecta a través de IICs, en activos de renta variable, renta fija u otros activos permitidos por la normativa, sin que exista predeterminación en los porcentajes de exposición en cada clase de activo, pudiendo estar la totalidad de su exposición en cualquiera de ellos. Normalmente invertirá mayoritariamente en activos de renta variable. Dentro de la renta variable invertirá un mínimo del 60% en activos negociados en el Mercado Alternativo Bursátil (M.A.B.). 

Dentro de la renta fija, se incluyen depósitos e instrumentos del mercado monetario no cotizados, que sean líquidos. Así mismo podrá invertir en activos del Mercado Alternativo de Renta Fija (M.A.R.F.), sin límites predefinidos. 

Podrá invertir un máximo de un 10% de su patrimonio en IIC financieras que sean activo apto, armonizadas o no, pertenecientes o no al grupo de la Gestora. 

No existe objetivo predeterminado ni límites máximos en lo que se refiere a la distribución de activos por emisor (público o privado), por rating de emisión/emisor, duración, capitalización bursátil, divisa, sector económico y países. Se podrá invertir en países emergentes. La exposición al riesgo de divisa puede alcanzar el 100% de la exposición total. 

La Sociedad no tiene ningún índice de referencia en su gestión. 

El grado máximo de exposición al riesgo de mercado a través de instrumentos financieros derivados es el importe del patrimonio neto. Se podrá invertir más del 35% del patrimonio en valores emitidos o avalados por un Estado miembro de la Unión Europea, una Comunidad Autónoma, una Entidad Local, los Organismos Internacionales de los que España sea miembro y Estados con calificación de solvencia no inferior a la del Reino de España. 

Se podrá operar con instrumentos financieros derivados negociados en mercados organizados de derivados con la finalidad de cobertura y de inversión. Esta operativa comporta riesgos por la posibilidad de que la cobertura no sea perfecta y por el apalancamiento que conllevan. Se podrá invertir hasta un máximo conjunto del 10% del patrimonio en activos que podrían introducir un mayor riesgo que el resto de las inversiones como consecuencia de sus características, entre otras, de liquidez, tipo de emisor o grado de protección al inversor. 

En concreto se podrá invertir en: 

- Las acciones y activos de renta fija admitidos a negociación en cualquier mercado o sistema de negociación que no tenga características similares a los mercados oficiales españoles o no esté sometido a regulación o que disponga de otros mecanismos que garanticen su liquidez al menos con la misma frecuencia con la que la IIC inversora atienda los reembolsos. Se seleccionarán activos y mercados buscando oportunidades de inversión o de diversificación, sin que se pueda predeterminar a priori tipos de activos ni localización.

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